3 Febrero de 2017. Casa de Pilar
–No. Recuerdo una cita de Graham Greene en la que decía que
no entiende qué hace la gente que no escribe, cómo viven. Yo tengo esa
sensación. No tengo mucha disciplina, pero cada mañana me pongo a escribir
algo, entre las nueve y las once. Y luego me encuentro mejor a nivel
psicológico, más feliz. Y no estoy contento porque he escrito una página. Estoy
contento porque he inventado algo nuevo. Aunque no sea como el pan de cada día,
escribir me hace aguantar la vida.
Entrevista RNE, El ojo critico. Herman Koch presenta "Casa de verano con piscina"
Entrevista en Página Dos al escritor Herman Koch por su novela "Estimado señor M."
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M. Ángeles
En el conocimiento de su entorno y de la idiosincrasia del llamado primer mundo, el autor de Casa de verano con piscina y La cena, imparte toda una lección magistral. Sobresaliente cum laude.
Valoración Casa Tomada 7,1 |
–¿Imagina su vida sin escribir?
Entrevista RNE, El ojo critico. Herman Koch presenta "Casa de verano con piscina"
Entrevista en Página Dos al escritor Herman Koch por su novela "Estimado señor M."
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FORO DE OPINIÓN: Críticas de tertulianos sobre el libro a debate, "Casa de verano con piscina":
M. Ángeles
Herman Koch, en Casa de verano con piscina, vuelve a
demostrar su capacidad para analizar la comunidad de la que él mismo forma
parte, sus defectos y prejuicios y el
tipo de relaciones humanas que una sociedad burguesa y desarrollada genera. Su
autocrítica, en algunos pasajes, resulta devastadora.
En análisis socioantropológico, Koch progresa adecuadamente.
La historia está contada en primera persona y el autor
maneja así al personaje protagonista de manera magistral. Desnuda su alma, sus
sensaciones y sentimientos sin freno, abusando a veces de la descripción
pormenorizada, de la reflexión descarnada y de los juicios escatológicos, pero
sin que sus pensamientos abandonen su cerebro en ningún momento. Nunca son
compartidos y eso le convierte en un médico prestigioso, un hombre equilibrado
y un buen padre de familia ante los demás, menos frente al lector, que conoce
su trastienda.
El resto de los personajes, todo un abanico de amplio
espectro de personalidades que rozan la psicopatía, el retorcimiento y la falta
de escrúpulos, desde los más pequeños hasta la abuela Meier, nos van llevando, en cada página, en
cada situación, a cuestionarnos nuestro modo de actuar, si nos encontráramos en
la misma situación. Nadie es del todo inocente, ni siquiera los que parecen más
frágiles e inofensivos. Las relaciones
médico-paciente, las de amistad, las relaciones hombre/mujer, las matrimoniales
y extraconyugales, las paterno/filiales... Todo un catálogo de interactuaciones
personales que, cuando menos, no dejan a nadie indiferente.
En análisis psicológico, el autor progresa muy
adecuadamente.
A lo largo de la trama son innumerables las ocasiones en las
que el lector no podrá evitar pensar que el bueno es el malo, o al menos tan
malo como el malo definido desde las primeras páginas. Pero es que no hay malos
ni buenos en esta historia, tan solo personalidades que caminan por una cuerda
floja de la que irán cayendo uno a uno, como consecuencia de un fatal
acontecimiento que provocará un auténtico tsunami en sus vidas. El misterio y
el suspense no abandonan la trama en ningún momento y los sospechosos van
cambiando según avanzan los capítulos, porque no es hasta el mismo final cuando
se descubrirá al auténtico culpable, que, por otra parte, pasa a ser un detalle
casi sin importancia.
En técnica literaria, el progreso de Herman Koch también es
adecuado.
Koch nos remueve por dentro, nos hace sentir incómodos,
juega con nuestra moral y nuestros
escrúpulos y estereotipos. Es un gurú de la provocación. A lo largo de la
novela juzgamos a los protagonistas no por lo que hacen, sino por lo que serían
capaces de hacer. Pero es que la capacidad de actuar es propia de todos
nosotros, y eso nos inquieta. ¿Qué ocurriría si un día diéramos rienda suelta a
toda la potencia de nuestra imaginación?
En el conocimiento de su entorno y de la idiosincrasia del llamado primer mundo, el autor de Casa de verano con piscina y La cena, imparte toda una lección magistral. Sobresaliente cum laude.