Tertulia Literaria

Tertulia Literaria

31ª TERTULIA. Febrero/2017

3 Febrero de 2017. Casa de Pilar



Valoración Casa Tomada
7,1














–¿Imagina su vida sin escribir?
 –No. Recuerdo una cita de Graham Greene en la que decía que no entiende qué hace la gente que no escribe, cómo viven. Yo tengo esa sensación. No tengo mucha disciplina, pero cada mañana me pongo a escribir algo, entre las nueve y las once. Y luego me encuentro mejor a nivel psicológico, más feliz. Y no estoy contento porque he escrito una página. Estoy contento porque he inventado algo nuevo. Aunque no sea como el pan de cada día, escribir me hace aguantar la vida.


Entrevista RNE, El ojo critico. Herman Koch presenta "Casa de verano con piscina"







Entrevista en Página Dos al escritor Herman Koch por su novela "Estimado señor M."













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FORO DE OPINIÓNCríticas de tertulianos sobre el libro a debate, "Casa de verano con piscina":



M. Ángeles


Herman Koch, en Casa de verano con piscina, vuelve a demostrar su capacidad para analizar la comunidad de la que él mismo forma parte, sus defectos  y prejuicios y el tipo de relaciones humanas que una sociedad burguesa y desarrollada genera. Su autocrítica, en algunos pasajes, resulta devastadora.

En análisis socioantropológico, Koch progresa adecuadamente.

La historia está contada en primera persona y el autor maneja así al personaje protagonista de manera magistral. Desnuda su alma, sus sensaciones y sentimientos sin freno, abusando a veces de la descripción pormenorizada, de la reflexión descarnada y de los juicios escatológicos, pero sin que sus pensamientos abandonen su cerebro en ningún momento. Nunca son compartidos y eso le convierte en un médico prestigioso, un hombre equilibrado y un buen padre de familia ante los demás, menos frente al lector, que conoce su trastienda.

El resto de los personajes, todo un abanico de amplio espectro de personalidades que rozan la psicopatía, el retorcimiento y la falta de escrúpulos, desde los más pequeños hasta la abuela  Meier, nos van llevando, en cada página, en cada situación, a cuestionarnos nuestro modo de actuar, si nos encontráramos en la misma situación. Nadie es del todo inocente, ni siquiera los que parecen más frágiles e inofensivos.  Las relaciones médico-paciente, las de amistad, las relaciones hombre/mujer, las matrimoniales y extraconyugales, las paterno/filiales... Todo un catálogo de interactuaciones personales que, cuando menos, no dejan a nadie indiferente.

En análisis psicológico, el autor progresa muy adecuadamente.

A lo largo de la trama son innumerables las ocasiones en las que el lector no podrá evitar pensar que el bueno es el malo, o al menos tan malo como el malo definido desde las primeras páginas. Pero es que no hay malos ni buenos en esta historia, tan solo personalidades que caminan por una cuerda floja de la que irán cayendo uno a uno, como consecuencia de un fatal acontecimiento que provocará un auténtico tsunami en sus vidas. El misterio y el suspense no abandonan la trama en ningún momento y los sospechosos van cambiando según avanzan los capítulos, porque no es hasta el mismo final cuando se descubrirá al auténtico culpable, que, por otra parte, pasa a ser un detalle casi sin importancia.

En técnica literaria, el progreso de Herman Koch también es adecuado.

Koch nos remueve por dentro, nos hace sentir incómodos, juega con nuestra  moral y nuestros escrúpulos y estereotipos. Es un gurú de la provocación. A lo largo de la novela juzgamos a los protagonistas no por lo que hacen, sino por lo que serían capaces de hacer. Pero es que la capacidad de actuar es propia de todos nosotros, y eso nos inquieta. ¿Qué ocurriría si un día diéramos rienda suelta a toda la potencia de nuestra imaginación?

En el conocimiento de su entorno y de la idiosincrasia del llamado primer mundo, el autor de Casa de verano con piscina y La cena, imparte toda una lección magistral. Sobresaliente cum laude.